EMOCIONES NEGATIVAS Y SU IMPACTO EN LA SALUD

EMOCIONES NEGATIVAS Y SU IMPACTO EN LA SALUD

Las emociones son reacciones psicofisiológicas ante situaciones relevantes de distinto tipo. Podemos distinguir al menos dos grupos: emociones positivas y negativas. Todas ellas tienen una función preparatoria para dar respuesta a las demandas del ambiente por lo que son adaptativas para el individuo. Sin embargo en algunas ocasiones puede producirse un desajuste en la duración o intensidad de esa emoción. Cuando ese desajuste se alarga en el tiempo puede sobrevenir un trastorno de salud tanto mental (ansiedad, depresión…) como físico (problemas cardiovasculares, reumatológicos, inmunológicos…) En cambio, las emociones positivas como la alegría, la felicidad y el amor, generan una experiencia agradable.

Mientras que las emociones positivas potencian la salud, las negativas tienen un efecto nocivo afectando al funcionamiento del sistema endocrino-metabólico, inmunológico y , en general, de todas las funciones fisiológicas, siendo variables influyentes en las enfermedades tanto en su inicio como en su desarrollo y mantenimiento.

Se habla de dos motivos fundamentales que pueden justificar esta influencia. Por un lado las emociones negativas interfieren en la conducta, de manera que pueden modificar los hábitos saludables y fomentar el desarrollo de conductas inadecuadas que ponen en peligro nuestra salud. Por otro lado, hay una importante repercusión de la activación psicofisiológica en los sistemas orgánicos, afectando a la inmunidad.

Finalmente es importante señalar que existen ciertos vínculos entre las emociones negativas y los trastornos mentales y físicos, de modo que no sólo las emociones pueden influir en el proceso de las enfermedades sino que este proceso puede influir en los trastornos ansiosos y depresivos.

Las enfermedades neurológicas son las que presentan una mayor coexistencia con la depresión y la ansiedad. En el caso del párkinson se debe tener en cuenta que el estado de ánimo del paciente puede deberse a estados transitorios propios de la misma enfermedad. Controlar estos aspectos con ayuda especializada puede significar una mejoría en la calidad de vida.

No descuidemos las emociones y démosles la importancia que tienen por su influencia en nuestra salud.

Extracto del artículo publicado en el nº 2 de la revista «Suma Psicológica» en diciembre de 2009.

Publicado en Divulgación, Salud emocional, Vida Saludable y etiquetado .

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