LA MEMORIA
“La memoria es el centinela del cerebro”, dijo Shakespeare. Es una función del cerebro necesaria para nuestra supervivencia. Se trata de una estructura dinámica, pero también muy sensible./…/*
Antes de nada hay que recordar que tenemos diferentes tipos de memoria/…/
- Memoria sensorial o inmediata
- Memoria de corto plazo: memorizar un número de teléfono y marcarlo.
- Memoria de largo plazo, donde se encuentran los conocimientos duraderos. Ésta, a su vez tiene varias subdivisiones:
- Explícita, que puedes ser de hechos y experiencias vividas (episódica), o relacionada con conocimientos de carácter general (semántica)
- Implícita, lo que se almacena aquí se recupera de manera automática, como andar en bici o tocar un instrumento.
No todos tenemos las mismas capacidades de memoria, incluso cambia con los años. Pero sí se puede hablar de algo común: el impacto emocional. Los eventos emocionales los recordamos con más facilidad. Un ejemplo es que todo el mundo recuerda lo que estaba haciendo el 1 de septiembre de 2001.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de hablar de capacidades de memoria es la edad. Según vamos desarrollándonos el cerebro va cambiando por eso determinados aprendizajes son más fáciles para los niños que para los adultos.
El cerebro se está moviendo continuamente y la memoria es dinámica. Lo más sensible suele ser lo más reciente y lo último que solemos olvidar son los recuerdos que tenemos más consolidados. Por eso muchos enfermos de alzheimer se pueden acordar dónde estaban hace diez años y no son capaces de recordar lo más cercano.
LOS CONSEJOS DEL DOCTOR PORTA PARA UNA BUENA MEMORIA
El primer consejo es tener un sueño adecuado,” esto no se mide en horas sino en no tener sueño durante el día”. En la fase del sueño REM es donde se consolidan los recuerdos y por eso es fundamental.
Hacer ejercicio físico está más que probado que tiene efectos sobre el cerebro. Diversos estudios han confirmado que la actividad física mejora la función cognitiva, la eficiencia, la atención, previene el deterioro cognitivo y, por tanto, también es beneficiosa para nuestra memoria.
“Aunque parezca mentira socializar hace que hablemos, recordemos cosas y es la forma más bonita y fisiológica de ejercitar la memoria”, comenta el doctor. /…/
Una de las mejores formas de cuidar la memoria es , obviamente, ejercitándola. “Quiere decir que tenemos que utilizarla llevando a cabo aspectos cognitivos/…/ leyendo, yendo a teatro…”
Debemos evitar el estrés, es el eterno enemigo de nuestra salud. “El estrés hace que nuestro cerebro pierda capacidad de atención y, por lo tanto, si no estamos atentos, no recordamos cosas.
Llevar una alimentación adecuada. Según las palabras del doctor, no existe ningún alimento que consumiéndolo, nos vaya a mejorar la memoria, pero una dieta mediterránea adecuada y variada nos ayudará a un riesgo menor de enfermedades neurológicas.
Tener proyectos nos ayuda también a ejercitar el cerebro. Además un cerebro feliz es un cerebro sano. “Es un esfuerzo que hay que hacer, sabiendo que la felicidad, al fin y al cabo, está en las pequeñas cosas de la vida”. /…/
Existen también otros factores que pueden influir en nuestra memoria como el consumo de algunos fármacos, padecer depresión, cuadros febriles o de dolor crónico.
CUÁNDO PREOCUPARSE POR PROBLEMAS DE MEMORIA
Todos sufrimos olvidos, pero debemos alarmarnos cuando a la gente de nuestro entorno le llame la atención nuestros olvidos, más que a nosotros mismos.”Normalmente los olvidos que tenemos son poco importantes, pero si tú ves que no puedes desarrollar bien tu trabajo o desenvolvernos en nuestra vida con normalidad porque te falla la memoria, ahí sí hay que estudiarlo. Porque al final en la vida que llevamos, rápida y acelerada, con mucho estrés, es muy habitual que todos tengamos fallos de memoria. Por eso, cuando tenemos unos hábitos establecidos, fallar en esos hábitos también tiene importancia”.
*Extracto del artículo publicado por Cinthya Martínez el 30/12/22 en la revista digital “La voz de la salud”