Plantando cara al párkinson

Plantando cara al párkinson

Llevo con párkinson tanto tiempo que ya se me olvidó lo que es vivir sin él.

Durante todos estos años, he intentado dejar a un lado mi enfermedad y me he dedicado a vivir…porque en eso consiste la vida, en vivirla con más alegrías que penas.

Para mí vivir es sinónimo de vivir con párkinson. No he tenido otra opción. Eso me ha venido impuesto, pero lo que no va a conseguir es que me quede arrinconada, triste, llorosa, con mocos y con el “rimmel” corrido (que muchas veces pienso ¿por qué no me lo compré de esos resistentes al agua?, jajaja), dando bandazos por la vida, sin tener rumbo fijo.

He intentado aprender a escuchar a mi cuerpo para darle lo que necesitaba en cada momento y no me he querido contaminar con lo que dicen de la enfermedad. Han sido muchos momentos en los que he tenido que dar de lado todo y centrarme en él.

En agosto dejé de andar. Me tuve que comprar una silla de ruedas porque mis piernas no me sostenían. Desde entonces voy a rehabilitación de lunes a viernes y he conseguido caminar. Mi neuróloga, que no me conocía de antes, me vio hace un mes y se quedó con la boca abierta.

En enero me negaron la rehabilitación porque, al verme llegar en silla de ruedas y que tenía párkinson desde 2004, decían que la Seguridad Social no cubría la rehabilitación para este tipo de enfermedades.  En ese momento me levanté de la silla y les dije que yo SÍ podía volver a andar, pero necesitaba su ayuda. Me ampliaron las sesiones de rehabilitación hasta el mes de junio cuando no fui en silla de ruedas.

Ahora también voy a natación dos veces por semana. Y hoy, para mejorara el equilibrio y la coordinación, me he apuntado a clases de judo.

Esto es un trabajo duro, incierto, porque tendrás que adaptar muchas cosas que, o las haces tú, o nadie las hará por ti.

Tienes que sentirte poderoso/a. El párkinson estará contigo en todo momento, pero no dejes nunca que sea él el que lleve las riendas de tu vida. Imponte tú. Plántale cara. No tengas miedo a lo que está por llegar.

No le eches un candado a tus sueños. Sácalos a pasear a diario. Y, por encima de todo, haz que no se vayan. Porque vivir con ellos es lo que te puede ayudar.

Así que, querido amigo/a, a tirar “pa lante” siempre, nunca hacia atrás. Un abrazo.

Blog de Gema

Publicado en Gema Marín Granados y etiquetado .

2 Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *