Una de las cosas que siempre se me ha hecho cuesta arriba a la hora de cocinar es el pescado. Siempre me ha parecido un plato bastante aburrido, ya que debido a mi falta de imaginación nunca se me ocurría otra manera de cocinarlo que no fuera a la plancha o al vapor con un poco de aceite de oliva y sal.
Por otro lado, las recetas de pescado más elaboradas siempre me parecían complicadísimas, con salsas imposibles y multi tareas simultáneas en la cocina que a mí me parecían el juego de los platillos chinos. Además de todo ello, siempre me daba pereza la idea de pasarme 3 horas cocinando para que el plato acabara siendo un churro.
Por suerte, un día me crucé con las recetas saludables de Patri Aleix (Saludable con Patri) y, entre ellas, encontré un recetón de merluza en salsa que no podría ser más fácil ni quedar más rico. En casa se ha convertido en un plato fijo casi semanal y a mis hijos, que con el pescado son bastante tiquismiquis, les chifla.
Aquí os traigo la receta de merluza en salsa de almendras de Saludable con Patri con alguna pequeña adaptación.
Ingredientes para la receta de merluza en salsa de almendras
Los ingredientes son para 4 personas:
- 6 supremas de merluza (limpias, sin espinas)
- 1 cebolla
- 1-2 dientes de ajo
- 1 pimiento rojo
- 5-6 cucharadas de harina de almendras crudas
- 1 vaso de caldo vegetal
- 1 cucharadita de harina de maíz (tipo maizena)
- Pimentón dulce
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Opcional:
- Media guindilla
- 1 cucharada de miso
- Arroz integral o blanco, o verduras para acompañar
Preparación de la receta de merluza en salsa de almendras
Pela, trocea y pica en la picadora la cebolla y el ajo bien finos. Póchalos en una sartén con aceite y un poco de sal. Cuando estén blanditos, retíralos y ponlos en un bol grande. En esté bol haremos toda la mezcla para la salsa.
En la misma sartén donde has pochado la cebolla y el ajo, sin añadir más aceite, pon la harina de almendras a tostar a fuego medio. Ve removiendo de vez en cuando con cuidado de que no se te queme. Cuando esté tostadita añádela al bol grande.
Trocea un pimiento rojo entero (sin el corazón) y añádelo al bol. Añade un vaso de caldo vegetal y una cucharadita de harina de maíz. Si no vas a usar miso, puedes añadir aquí 2-3 pellizcos de sal. Tritúralo todo junto hasta que la mezcla quede líquida.
Calienta una cazuela y añade la salsa (no hace falta aceite). Añade pimentón dulce generosamente para darle a la salsa un buen color y una hojita de laurel. Remueve bien para integrar el pimentón.

Si no has usado sal antes, es el momento de añadir el miso, que aquí actuará solo como saborizante (no probiótico) ya que lo vamos a cocinar a alta temperatura. Si también deseas darle un toque picante al plato, aplasta media guindilla y añádela; si prefieres un sabor más suave, sáltate este paso.
Pon la salsa a fuego moderado y déjala que haga chup-chup flojito unos 5 minutos, hasta espesar un poco. Si ves que la salsa se pone muy espesa puedes añadir un poco más de caldo.
Mientras, prepara y sala los filetes de merluza. Pasados los 5 minutos, añade la merluza y cubre los filetes con la salsa. Tápalo todo y deja que se cocine a fuego moderado durante 10 minutos, vigilando que no se te peguen los filetes y que la salsa vaya espesando lo justo y quedando al punto. Rectifica de sal si hace falta, ¡y listos!
Sirve con un poco de arroz (de rechupete con la salsita) o con verduritas al vapor.

Qué nutrientes lleva esta receta de merluza en salsa de almendras
Merluza | Es un alimento altamente proteico, con proteína de alto valor biológico y con altas cantidades de Omega 3. Incluye todas las vitaminas del grupo B, que son neuroprotectoras y favorecen la óptima absorción de otros nutrientes. También incluye B12, magnesio y potasio, claves para el sistema nervioso. |
Almendra | Es el fruto seco que más fibra contiene, por lo tanto contribuye al tránsito intestinal. Contiene un montón de grasas saludables (buenas para tu cerebro), vitaminas del grupo B (neuroprotectoras), vitamina E (antioxidante), calcio, fósforo y hierro. |
Pimiento rojo | Una de las hortalizas con mayor concentración de vitamina C (antioxidante). También incluye vitamina A (que protege las mucosas), calcio, potasio y fósforo. Mejora la absorción del hierro si lo tomamos junto a alimentos ricos en este mineral. |
Cebolla | Protege la función hepática, la vesícula y el páncreas. Favorece el tránsito intestinal, es antioxidante gracias a su vitamina C, y neuroprotectora gracias a su alta concentración en ácido fólico (B9) y vitamina B6 (que interviene en la producción de dopamina). Es diurética y depurativa, ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas. |
Ajo | Riquísimo en manganeso, selenio, potasio, calcio, cobre, fósforo y hierro. Antioxidante (vitamina C y alicina) y neuroprotector (vitamina B6). En generosas cantidades se considera un alimento paliativo en demencias y enfermedades neurodegenerativas por su alto poder antioxidante. |
Pimentón dulce | Muy antioxidante y protege las mucosas: vitaminas E, C, A. Neuroprotector, incluye todas las vitaminas del grupo B. También incluye fósforo, magnesio, potasio y calcio. |
Laurel | Facilita las digestiones, estimula el apetito y previene la acidez. Es depurativo y protector de la función hepática. Es suavemente diurético y ayuda a regular la menstruación. Rico en vitaminas del grupo B (neuroprotectoras) y en minerales como el magnesio, el hierro y el calcio. |
Arroz | Es una fuente de hidratos de absorción lenta. Aporta vitaminas del grupo B (neuroprotectoras). Escoge la opción integral siempre que puedas, ya que modera el índice glucémico y aporta un extra de fibra. |
AOVE | El AOVE es una grasa buena, que no puede faltar en la dieta de las personas con párkinson. Las grasas buenas son fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso (especialmente el cerebro) y el funcionamiento hormonal. |