Persona

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Cuando era niña le dije a mi madre que las mujeres no son como los hombres porque ellos no tenían que plantearse muchos de los términos que definen a un individuo. “Mamá, yo no tengo en mi cabeza esa libertad que ellos tienen en mente”. .Para nosotras, ser libres es siempre un desafío, incluso en las circunstancias más favorables. Siempre tuve claro que quería convertirme en una “persona” en su definición más filosófica. Nada ni nadie iba a condicionar mi singularidad, nada ni nadie iba a impedir que YO expresara mi identidad. 
 
Hoy, la pandemia del coronavirus podría significar un paso atrás para la mujer reduciendo su rol social a las tareas domésticas y el cuidado de los niños, de nuevo. La mujer ya era víctima de otra pandemia, la de la violencia machista. Y la ONU declaró hace unos años que la Enfermedad de Parkinson será una pandemia en 2050. Soy mujer, tengo párkinson y ahora no trabajo porque la actividad laboral no es compatible con mi sintomatología. Y a pesar de esta encrucijada que me sitúa en el lugar de los débiles, el único espacio en el que quiero estar es en el de mi persona. Nada ni nadie van a impedir que yo sea libre, incluso en las peores circunstancias. Tengo asumidos mis derechos. No tengo que demostrar nada. A veces la lucha es tan simple como no moverte de tu lugar. El reto es mantenerte en tu sitio sin sucumbir a los términos que definen a otros individuos.
 
Teresa Borque

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6 Comentarios

  1. Estimada Teresa, gracias por tu reflexión, quería hacer un comentario pues no entiendo muy bien cómo has llegado a algunos de tus puntos.
    Me presentaré primero, tengo 50 años y párkinson diagnosticado desde hace 2, soy madre de 2 hijos y mientras mis síntomas y mi empresa me permitan tener unas condiciones especiales para poder seguir trabajando, lo haré.
    Eso no me coloca en ningún lado, simplemente elegí trabajar y lo hago desde que tenía 20 años.
    No entiendo cuando dices que la pandemia nos ha podido hacer retroceder a las mujeres. Si algo han aprendido muchas empresas en España es que sus empleados pueden trabajar desde sus casas sin necesidad de calentar la silla en la oficina, con lo que la conciliación ahora si que puede ser una realidad y con ella mayores posibilidades para aquellas mujeres que un buen día decidieron quedarse en casa porque la vida laboral no les permitía conciliar con su vida en familia como a ellas les hubiese gustado. Gracias de nuevo.

  2. Una aclaración…cuando digo “no me coloca en ningún sitio” me refiero a que trabajar no me coloca en el lugar de los fuertes y por contra cuando tenga o quiera dejar de trabajar tampoco estaré en el lugar de los débiles. Creo que no sé es débil ni fuerte por lo que uno hace si no por la libertad de decidir cómo vivir y sentir su propia vida.

  3. Gracias Carmenci, respondo encantada. Ésta es la conclusión a la que ha llegado Naciones Unidas. Se parte de la idea de que la conciliación laboral y familiar es, por un lado, compatibilizar el tiempo de trabajo productivo con el tiempo personal. Pero por otro también es la igualdad de hombres y mujeres en la responsabilidad de las tareas domésticas. La ONU ha dentro que al trabajar en casa, muchas mujeres han recuperado el rol de ser ellas las que han cargado en exclusiva con las tareas domésticas y el cuidado de la familia. Cuando trabajan fuera, en cambio, por una cuestión logística, muchas parejas se han repartido estas funciones. Imagino que lo que comentas sería ideal si se hubiera conquistado una repartición real y equitativa en casa entre hombres y mujeres, pero no ha sido así y muchas mujeres se han quejado de que tenían que teletrabajar a la vez que hacían de amas de casa, acentuando de nuevo desigualdades domésticas que habían desaparecido sino por conciencia sí por logística. Además, se teme que la futura crisis económica y, en consecuencia, laboral afectará más a las mujeres que a los hombres. Gracias por tu apunte. Si te interesa este tema encontrarás más información en Unwomen de Naciones Unidas

  4. **La ONU ha determinado que al trabajar en casa, muchas mujeres han recuperado el rol de ser ellas las que han cargado en exclusiva con las tareas domésticas y el cuidado de la familia** (repito esta frase que se me ha ido el dedo ;))

  5. Decirte que para muchas de nosotras es también una oportunidad el trabajar en casa. Yo tengo párkinson hace 10 años, tengo 46 años, llevo dos sin trabajar, y el teletrabajo me brinda la posibilidad de reincorporarme. Además, vivo sola con mi hijo, así que no tengo esos problemas para repartirme tareas. Pero deduzco, por lo que he ido leyendo, que muchas mujeres han vuelto a ser amas de casa a tiempo completo pero teletrabajando para su empresa.

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